Y a partir de esas tres palabras, una lluvia constante de momentos inolvidables. Tres meses hicieron falta para que se convirtieran en mi frase preferida; tres meses, y la respuesta “mil veces buenos si son contigo” pasó a ser perfecta.
Tres, siempre, tres.
Mil años más junto a vosotras, pequeños desastres. Sed eternas.
Feliz 2012.
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