Pero supongo que algo ha cambiado. Aún no sé bien el qué, pero hoy desperté con la sensación de que el mundo se estaba moviendo de manera distinta; todo estaba en orden y sin embargo un grito mudo rasgaba la realidad.
¿Sería yo misma? Hoy, mi forma de mirar las calles era distinta, y eso que el gris permanente de Santiago reinaba en el cielo; hoy la gente tenía otro aspecto, a pesar de llevar las mismas tonalidades de negro y marrón que todo el otoño. Hoy, la rutina brillaba en el universo y yo consideraba la mañana como el preludio de algo muy importante.
Y entonces, como por arte de magia, en mi ipod sonó el último single que escucharé de uno de mis grupos preferidos. Y la voz de Lacey me susurraba ese cambio a modo de secreto: nuevos horizontes. Hoy es otra oportunidad de modificar algo, de crear el caos a tu alrededor, de hacer un camino distinto para volver a casa. Hoy, como cada día, ha amanecido. Y lo hará hasta el final de los tiempos. ¿Quién dice que no hay segundas oportunidades si hay 365 días al año?
Nuevos horizontes, nuevos cambios diarios. Feliz Noviembre a todo el mundo.
When the time keeps going wrong, we go right.